
Paseos por Arcos de la frontera
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Las propias fotos demuestran claramente que no se trata de un pueblo cualquiera. El ambiente es mágico, como de otro mundo. En mi opinión, es el más bonito de todos los famosos Pueblos Blancos. Está a 70 km. de Cádiz y se puede llegar en autobús que te deja en la estación de la parte baja del pueblo. Tiene unos 30.000 habitantes y su principal fuente de ingresos es el turismo. Hay un castillo, la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción y el ayuntamiento, pero lo más importante es el pueblo. Es una delicia pasear por sus calles blancas, admirar sus plazuelas y entrar en sus tiendas de artesanía.
Es uno de los pueblos más famosos de los Pueblos Blancos. Es evidente que su belleza, su entorno natural y su blancura la han hecho tan famosa. Es el que utilizan en todas las postales, y el que utilizan para representar a los Pueblos Blancos en su conjunto. Y la verdad es que no les falta razón. El pueblo es impresionante lo mires por donde lo mires. Sólo por llevar la contraria, hicimos fotos desde el otro lado del pueblo que no es el más de postal. Y, estés donde estés, sigue siendo el Arcos de la Frontera bonito de siempre.
Guía de Arcos de la frontera
Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. Torres, iglesias y espléndidos miradores con vistas al río Guadalete son sólo algunos de los innumerables atractivos que ofrece esta zona, en plena ruta de los Pueblos Blancos. Pero Arcos es también un lugar donde la tradición se conserva fielmente, como se puede comprobar en sus fiestas, como en Semana Santa, o en su gastronomía, donde el cerdo ibérico y los productos hortícolas cobran protagonismo.
Habitada desde la Prehistoria, fueron los árabes en la Edad Media quienes hicieron de Medina Ar-kosch un importante fortín defensivo. Más tarde, su valor estratégico la convirtió en capital de un reino de taifas. Este pasado árabe ha dejado en Arcos de la Frontera, sobre un promontorio rocoso con el río Guadalete serpenteando a sus pies, un entramado urbano de calles estrechas y empinadas.
En pleno centro se encuentra la Plaza del Cabildo. En este espacio se concentran algunos de los edificios más notables de la ciudad, como el Ayuntamiento y el Castillo Ducal, una fortaleza musulmana reconstruida en el siglo XV. Frente a ellos se alza el Parador de Turismo, ubicado en la antigua Casa del Corregidor. Paredes encaladas, rejas y azulejos son algunos de los rasgos característicos del edificio, cuya arquitectura típica andaluza se integra perfectamente en las casas de Arcos. Antes de abandonar la plaza, el visitante puede acercarse a uno de los numerosos miradores de la zona, que ofrecen una impresionante panorámica de los alrededores.
¿Merece la pena visitar Arcos de la Frontera?
Arcos de la FronteraTodo lo que siempre soñó que podía ser un pueblo blanco se materializa milagrosamente en Arcos de la Frontera (33 km al este de Jerez): una ubicación estratégica y emocionante en lo alto de un acantilado, un parador ostentoso, una volátil historia fronteriza y un soporífero casco antiguo lleno de misterio, con arcos encalados que se elevan sobre un entramado de esbeltas y retorcidas callejuelas. El extraño autobús turístico y la casa de huéspedes de propiedad extranjera no contribuyen a atenuar el dramatismo.
Durante un breve periodo en el siglo XI, Arcos fue una taifa (pequeño reino) independiente gobernada por bereberes. En 1255 fue reclamada por el rey cristiano Alfonso X El Sabio para Sevilla y permaneció literalmente de la frontera hasta la caída de Granada en 1492.
Vivir en arcos de la frontera
Arcos de la Frontera, puerta de entrada a los Pueblos Blancos, es una de las joyas de la provincia de Cádiz. Esta localidad se encuentra a 67 km de la capital, siendo uno de los pueblos más visitados de la provincia.
Arcos de la Frontera no sólo es un destino turístico de referencia, sino que cuenta con un rico patrimonio histórico que hace aún más interesante su visita. En esta localidad encontramos restos de la época musulmana, mezclados con el legado de la época católica.
Con casas blancas, callejuelas interminables, miradores y monumentos de incalculable valor, Arcos de la Frontera es, sin duda, uno de los mejores destinos y un pueblo que debe visitar si quiere empaparse de la cultura y tradición de Andalucía.
Puede comenzar aquí su recorrido por el centro de Arcos de la Frontera, ya que es lo primero que se encuentra. Esta cuesta es una de las calles más bonitas y especiales de todo el pueblo. Además, alberga mucho más y está llena de historia y monumentos que te dejarán con la boca abierta.
Lo primero que nos llama la atención es el monumento a la Semana Santa y un poco más arriba nos espera la iglesia de San Juan de Dios. Muchos no entran a ver esta iglesia cuyo principal atractivo en su fachada es un azulejo que representa al Cristo de la Vera Cruz. Sin embargo, aquí se encuentra el hospital más antiguo de Arcos que data de finales del siglo XV. Además de esto, en su interior alberga un bello retablo en el que destaca la figura del Cristo de la Vera Cruz del siglo XVI.